extracto de "Una Realidad Aparte" de Carlos Castaneda

- Dígame don Juan ¿Qué es exactamente el desatino controlado?
-Estoy feliz que al cabo de tantos años, finalmente me hayas preguntado por mi desatino controlado, y sin embargo no me hubiera importado en lo mas mínimo si nunca hubieras preguntado. Pero he decidido sentirme feliz, como si me importara que preguntases, como si importara que me importara. ¡eso es desatino controlado!
-Pero ¿con quienes practica usted el desatino controlado?
-¡con todos!
-Entonces ¿Cuándo decide usted practicarlo?
-Cada vez que actuó
-¡entonces todo lo que usted hace debe ser desatino controlado!
-Sí, todo
-Pero no puede ser cierto, eso significaría que nada tiene caso para usted y que nada ni nadie le importan de verdad. Yo por ejemplo. ¿quiere usted decir que no le importa si yo me convierto o no en hombre de conocimiento, o si vivo, si muero, si hago cualquier cosa?
-¡cierto! No me importa. Tu eres como cualquier otro en mi vida, mi desatino controlado
-No debí haberme puesto como ejemplo. Lo que quise decir es que debe haber algo en el mundo que a usted le importe en una forma que no sea desatino controlado. No creo que sea posible seguir viviendo si nada nos importa en realidad
-Eso se aplica a ti. Las cosas te importan a ti. Tú me preguntaste por mi desatino controlado y yo te dije que todo cuanto hago en relación conmigo mismo y con mis semejantes es precisamente eso, porque nada importa.
-La cosa es, don Juan, que si nada le importa, ¿Cómo puede seguir viviendo?
-Tus acciones son ciertamente importantes para ti, pero para mi, ni una sola cosa es importante ya, ni mis acciones ni las acciones de mis semejantes. Pero sigo viviendo porque tengo mi voluntad. Porque he templado mi voluntad a lo largo de toda mi vida hasta hacerla impecable y completa, y ahora no me importa que nada importe. Mi voluntad controla el desatino de mi vida
-Pero algunos actos de mis semejantes tienen una importancia suprema. Una guerra nuclear es el ejemplo mas dramático de un acto así, destruir la vida en toda la faz de la tierra es un acto de enormidad vertiginosa.
-Crees eso porque estas pensando. Estas pensando en la vida. No estas viendo
-¿me sentiría distinto si pudiera ver?
-Una vez que un hombre aprende a ver, se halla solo en el mundo, sin nada mas que desatino. Tus acciones así como las acciones de tus semejantes en general, te parecen importantes solo porque has aprendido a pensar que son importantes. Aprendemos a pensar en todo, y luego entrenamos nuestros ojos para mirar al mismo tiempo que pensamos en las cosas que miramos. Nos miramos a nosotros mismos pensando ya que somos importantes. Pero luego cuando uno aprende a ver, se da cuenta que ya no puede uno pensar en las cosas que mira, y si uno no puede pensar en lo que mira todo se vuelve sin importancia.
-No logro entender lo que dice
-Claro que no puedes entenderlo. Estas tratando de pensarlo, y lo que te dije no encaja con tus pensamientos
-Estoy tratando de pensarlo porque esa es la única forma en que yo, personalmente, puedo entender cualquier cosa. Por ejemplo, don Juan, ¿dice usted que, cuando uno aprende a ver, todo el mundo entero carece de valor?
-No dije de valor. Dije de importancia. Todo es igual y por lo tanto sin importancia. Por ejemplo no hay manera de decir que mis actos son mas importantes que los tuyos, o que una cosa es mas esencial que la otra; por lo tanto, todas las cosas son iguales, y al ser iguales carecen de importancia
-¿Ver, entonces seria una forma mejor que mirar las cosas?
-No. Nuestros ojos miran para que podamos reír, o llorar, o regocijarnos, o estar tristes. A mi personalmente no me gusta estar triste; por eso, cada vez que presencio algo que me entristecería, simplemente cambio los ojos y lo veo en lugar de mirarlo. Pero cuando encuentro algo gracioso, miro y me río
-Pero entonces, don Juan, su risa es genuina, y no desatino controlado.
-Mi risa así como todo cuanto hago, es de verdad, pero también es desatino controlado porque es inútil; no cambia nada y sin embargo lo hago
-Pero según yo lo entiendo, don Juan, su risa no es inútil. Lo hace a usted feliz
-¡no! Soy feliz porque escojo mirar las cosas que me hacen feliz, y entonces mis ojos captan su filo gracioso y me río. Siempre hay que escoger el camino con corazón para estar lo mejor posible, quizá para poder reír todo el tiempo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario